Conocer los principales signos de una caldera estropeada puede evitarnos muchas sorpresas indeseadas. Aquí te presentamos algunas señales para ayudarte a identificar cuándo tu caldera está dejando de funcionar correctamente.
La caldera tarda demasiado tiempo en calentarse
Esta es una de las señales más obvias de que necesitas reemplazar la caldera o, como mínimo, de que puede ser necesaria una reparación. Las calderas modernas producen calor casi al instante, por lo que, si descubres que tiene que esperar más tiempo de lo necesario para que tu casa se sienta más cálida o para que entre agua caliente, quizás sea hora de pensar en comprar un nuevo modelo.
La llama tiene color amarillo, en lugar de azul
Si tu caldera tiene una llama amarilla, podría ser un signo de que desprende monóxido de carbono. A veces denominado ‘asesino silencioso’, el monóxido de carbono es un gas inodoro e incoloro, que hace que sea difícil de detectar, ya que no se puede ver ni oler. El monóxido de carbono puede causar efectos nocivos en la salud y, en niveles bajos, puede replicar los síntomas de la gripe, como dolores de cabeza, mareos y náuseas. Sin embargo, con una mayor exposición puede causar dificultades respiratorias y, en casos graves, una intoxicación fatal.
Aunque puede haber una serie de señales sutiles de que tu caldera está emitiendo monóxido de carbono, la mejor manera de garantizar la detección es instalar un detector. Estos aparatos cada vez están más disponibles, ya que a medida que las personas se vuelven más conscientes de los peligros deciden colocar uno en su casa.
La caldera desprende un olor anormal
Otra indicación de que la caldera podría estar emitiendo monóxido de carbono es un olor débil. El monóxido de carbono en sí no tiene olor, pero si se está emitiendo porque la caldera no está funcionando correctamente, es posible que desprenda un olor débil pero identificable. Más fácil de detectar son las marcas oscuras alrededor de la carcasa de la caldera. Si puedes verlas, tendrás que tomar medidas inmediatas.
Tu casa no está tan cálida como debería
Si tu casa se siente fría incluso con la calefacción encendida, entonces la caldera podría tener la culpa. Es importante que un ingeniero que haga la instalación de gas acredite la razón por la cual tu hogar no se calienta como debería, pero suponiendo que los radiadores estén en buenas condiciones, puede ser una señal de que la caldera ya no está funcionando convenientemente.
El aumento de las facturas
Si tu compañía está aumentando el cobro con bastante regularidad, esto podría ser una pista de que la caldera está desperdiciando tu dinero. El cambio a una caldera de bajo consumo de energía te permitiría ahorrar hasta un 30 % en las facturas.
Tu caldera hace ruidos extraños
Si tu caldera hace un ruido inusual, no te tomará mucho tiempo detectarlo. El calentamiento de la caldera es uno de esos sonidos que se desvanece en el fondo hasta que algo no funciona correctamente. Una serie de fallos podrían ser la causa de cualquier zumbido que no es típico de la caldera, a menudo debido al desgaste de la bomba o ventilador.
Cualquiera que sea la causa, es importante que un técnico cualificado revise la caldera lo antes posible para saber si es segura. Si realizas una revisión periódica constante, puedes ahorrarte estos problemas, aunque si padeces estos problemas con la caldera, lo más rentable sería invertir en otro modelo en lugar de repararlo.