Si has reemplazado cualquier aparato tecnológico recientemente, sabrás que incluso un modelo básico más actual está equipado con novedades tecnológicas. La mayoría de las personas, sin embargo, no saben que la tecnología de la calefacción doméstica ha avanzado a pasos agigantados de la misma manera en la última década. El resultado es que, si eliges correctamente, terminarás con un sistema de gas natural que no solo es más barato, sino que es más fácil de usar.
Además, desde 2005 es obligatorio que todas las calderas de gas instaladas en los hogares, ya sean nuevas instalaciones o reemplazos, sean calderas de condensación (o calderas de aceite también, desde 2007). Son más eficientes, ya que pueden recuperar el calor latente contenido en los gases residuales, y son adecuadas para todas las viviendas.
Tipos de calderas
La caldera Combi funciona como sistemas sellados que proporcionan agua caliente tanto para los grifos como para el sistema de calefacción central, calentando el agua directamente desde la red eléctrica cuando es necesario. Son más rápidas, fáciles y económicas de instalar que otro tipo de calderas, además ahorran espacio debido a la falta de un cilindro o cisterna. El agua se suministra a la presión de la red eléctrica para que puedas disfrutar de una ducha más potente.
Por otro lado, es un sistema de prioridad, por lo que solo realiza una acción de calefacción a la vez. Si bien está bien para familias pequeñas con un baño, las familias con más habitaciones experimentarán tasas de flujo deficientes cuando se utilizan varias tomas a la vez.
Las calderas del sistema se instalan en sistemas de calefacción sellados, pero, a diferencia de las combis, funcionan según el principio de almacenar agua caliente en un cilindro, para que puedan alimentar varias salidas a la vez a la presión de la red. Es ideal para casas más grandes con mayores exigencias, y como tiene incorporada la mayoría de sus principales componentes (es decir, vaso de expansión y bomba), la instalación es más rápida, económica y ordenada. Los caudales suelen ser altos, ya que el agua se suministra a la presión de la red y el agua caliente es instantánea.
Por último, las calderas convencionales ahora se compran principalmente como sustitutos para hogares con un sistema de calefacción de ventilación abierta. Al igual que las calderas del sistema, funcionan según el principio de agua almacenada y requieren un cilindro de agua caliente por separado. El agua de los grifos tendrá un buen caudal (no debe confundirse con la presión) y el agua caliente puede suministrarse instantáneamente. Esta es la configuración ideal para una ducha de «potencia», que requiere una alimentación de agua fría de la cisterna y una bomba eléctrica independiente.
Son más caras de instalar, necesitan más componentes y tuberías y ocupan más espacio. Pueden sufrir baja presión si la cisterna no se encuentra lo suficientemente alta, lo que significa que se pueden requerir refuerzos adicionales. El agua caliente puede agotarse.
