Suelo radiante o radiadores. ¿Qué es mejor?

sueloradiante2

El sistema de calefacción de nuestro hogar es una elección importante. Uno de los sistemas más eficientes es el de los suelos radiantes. En países del norte de Europa este sistema es bastante común. Sin embargo, aquí no es demasiado conocido. Los sistemas de calentamiento que funcionan con agua son como una especie de radiador enorme situado bajo los pies de las estancias de la vivienda.

 

Diferencias entre el suelo radiante y los radiadores

La diferencia más notable que observarás entre la calefacción por radiador y la de suelo radiante es que la temperatura en las estancias se reparte de manera uniforme. Es decir, el calor no se acumula en los focos emisores de calor como sucede con los radiadores. Esta característica es fundamental para alcanzar la temperatura de confort. Estos sistemas de calefacción disipan el calor de tal forma que contribuyen a que las condiciones de humedad, temperatura y movimiento del aire en tu hogar sean las óptimas para que no sientas ni calor ni frío.

Otra de las ventajas de los suelos radiantes respecto a los radiadores es que la temperatura del agua que recorre los circuitos es muchísimo menor. Hablamos de 30 °C o 40 °C en sistemas por radiación frente a los 70 °C u 80 °C de los radiadores. Esto significa un ahorro importante de energía y un gasto mucho menor. Además, los sistemas de calefacción por radiación conservan más el calor. Y algo que seguro ni se te había pasado por la cabeza, los suelos radiantes son más higiénicos porque al trabajar a menor temperatura no generan de corrientes de aire, lo que evita la formación de polvo y pelusas.

Aunque no está relacionado directamente con la propia climatización, el suelo radiante frente a los radiadores te dará más espacio útil en tu hogar porque es un sistema de calefacción oculto. Además, es mucho más estético ver los espacios con las paredes liberadas de elementos como convectores o radiadores.

 

Ventajas e inconvenientes del suelo radiante

A la hora de tener en cuenta las ventajas e inconvenientes del suelo radiante, deberás informarte bien y con rigor. A veces, la rumorología fomentada por intereses comerciales distorsiona la realidad basada en hechos objetivos.

Ventajas suelo radiante

  • Todas las ventajas y beneficios del suelo radiante derivan de su sistema de emisión de calor por radiación. El confort térmico en una vivienda o instalación con suelo radiante es mayor porque debido al reparto uniforme del calor la temperatura de confort se alcanza a una temperatura ambiente de 19 °C, mientras que con otros sistemas es necesario llegar a una temperatura ambiente de 21 °C para tener la misma sensación de confort térmico.
  • El ahorro energético en la factura puede ser de hasta el 20 % respecto a un sistema de calefacción tradicional. Una eficiencia notable como puedes comprobar, y este alto rendimiento se debe a que los circuitos por los que circula el agua son muy finos, de manera que el caudal de agua que se transporta es mínimo lo que significa un menor gasto de energía. Además, la baja temperatura de funcionamiento hace que sea un sistema de calefacción que puede abastecerse enteramente con energías renovables como la energía solar. La salubridad de este sistema es otra de sus ventajas porque se evitan las corrientes de aire y con ello la proliferación de ácaros.

Puntos débiles suelo radiante

  • A pesar de que las ventajas son indiscutibles, deberás valorar también algunos puntos débiles. El principal es el de su precio de instalación. En comparación con otros sistemas de calefacción o climatización es bastante elevado. Sin embargo, teniendo en cuenta el ahorro energético que exponíamos más arriba, la inversión inicial la irás amortizando año a año con el menor consumo energético en tu hogar.
  • Con frecuencia se menciona que los suelos radiantes son sistemas de inercia térmica alta, es decir, que necesitan más tiempo para alcanzar la temperatura de confort. Por eso, este sistema no es el más adecuado en lugares donde el uso de la calefacción no se haga de forma continuada, por ejemplo, en las segundas residencias. Relacionado con la inercia térmica, sucede que la regulación de la temperatura mediante termostatos es problemática en estos sistemas cuando se producen cambios bruscos de temperatura. Aunque puede corregirse incorporando sondas en el exterior de la vivienda.
  • Por último, y esto no es realidad un inconveniente si te pones en manos de profesionales, es que la instalación requiere personal con un importante conocimiento técnico sobre la materia. Especialmente si el suelo radiante se va a utilizar como sistema de calefacción y refrigeración, el más problemático debido al control de la humedad para evitar la condensación. Como todo tipo de instalaciones, necesita de forma períodica, un mantenimiento y limpieza para su optimo funcionamiento.
Whatsapp Logo