El uso de calderas que funcionan con biomasa, en lugar de a gas o gasoil está conquistando Europa. En los últimos años, la instalación de casi 4,5 millones de este tipo de estufas y calentadores ha supuesto un ahorro de casi 100 millones de litros de gasóleo a los países del viejo continente.
Al margen de los beneficios económicos, estas calderas resultan mucho más eficientes al restar poder contaminante de su recurso de funcionamiento: la biomasa. Bajo esta denominación se encuentran residuos orgánicos como el prensado de serrín, los desechos de madera, los restos de poda (pellets), los huesos de aceituna o, incluso, basura orgánica. ¿Te interesa saber más?
Las ventajas económicas frente a las calderas eléctricas o de gas
En el mes de septiembre del próximo año, Valladolid acogerá la celebración de Expobiomasa. Será el punto de reunión de los profesionales del sector que trabajan los países del sur europeo. La intención es transmitir el mensaje de que ya están preparados para afrontar la cobertura y los nuevos retos de la sociedad.
Según los datos que manejan, los 4,5 millones de instalaciones que han realizado en Europa han utilizado biomasa local y sostenible. El consumo ha sustituido a los 98.000 millones de litros de gasóleo que se habrían consumido con el sistema de caldera más tradicional. El avance es tan importante que la renovable más notable de nuestro continente podría abastecer a toda Europa durante 43 días seguidos.
Cómo funciona la biomasa en el mercado español
El uso de biomasa está en un periodo de constante crecimiento en el mercado español. Los nuevos modelos de estufas y calderas que utilizan este combustible ecológico han notado un fuerte crecimiento.
La causa más evidente es el notable ahorro económico de esta alternativa con respecto a los precios de los combustibles de origen fósil. Ya no digamos el importantísimo desahogo que significa para la economía familiar con respecto a las calderas eléctricas y los elevadísimos costes de la electricidad. Este hecho constatado también ha empujado a adoptar esta alternativa a empresas y administraciones.
Además, el incremento del uso sostenible de biomasa contribuye a la movilización de mayor cantidad de madera. Esta cuestión incide directamente sobre el cuidado de los bosques. La biomasa se obtiene de podas y limpieza de grandes zonas arbóreas, por lo que el sector forestal español apoya abiertamente el consumo de biomasa.
Como puedes observar, la utilización de este combustible parece poner de acuerdo a todas las partes. Es notorio que en el sector industrial y en el empresarial han encontrado la tecnología energética adecuada. Potencia la economía circular, regula los gastos operativos y ayuda a gestionar subproductos.
Todas estas cualidades hacen que estemos hablando de un sector en plena fase de crecimiento. Hace una década, la cifra de calderas y estufas de biomasa apenas sobrepasaba las 9500 unidades. En 2017 esa cifra rozó las 250.000. El 90 % eran estufas de pellets con fines domésticos.
